La superación del primer reajuste mental intenso
Ayer fue un día muy difícil para mí.
Ayer me levanté raro y volvía a faltarme en parte la respiración, sintiéndome como me había sentido durante gran parte de noviembre.
Automáticamente se reactivaron los procesos psicológicos ansiógenos y la cabeza quedó inundada de agotadores pensamientos intrusivos pesimistas, llevándome a un "bajonazo" en el estado de ánimo.
Pasando el sombrío, nublado y frío día (tanto literal como metafóricamente) perdí la perspectiva alimentaria, pues mi dieta diaria va muy condicionada estrechamente por los estados de ánimo, aunque simultáneamente, mi dieta diaria condiciona en gran parte mis estados anímicos, siendo un todo que funciona en reciprocidad.
Al no querer recaer del todo para volver a las andadas de lo condicionado y establecido durante tres décadas (atracones de comida basura basados en el consumo de productos comestibles ultraprocesados) en mis hábitos alimentarios, decidí que para las recaídas dejaría los huevos y los quesos, junto a un único producto comestible ultraprocesado no asociado a los atracones de comida basura: unas patatas fritas con aceite de oliva y sin sal.
Finalmente añadir ayer un par de huevos a la plancha, un poco de queso cheddar curado y un paquete de patatas fritas sin sal a mi alimentación 100 % saludable basada en los cinco grupos de alimentos, me ayudó a bajar la intensidad psicológica del proceso anímico intenso que viví y hoy he podido recuperarme bien de la pequeña recaída desasociada del resto de recaídas anteriores, donde volvía a los atracones de comida basura.
Por ello sigo estable en mi "línea" 100 % saludable, comiendo a base de frutas, verduras, frutos secos, legumbres y cereales integrales (añadiendo huevos y quesos cuando lo necesite, considere oportuno o tenga un intento de recaída); haciendo ejercicio a diario (unas tandas de flexiones de brazos y abdominales, caminando unos 10.000 pasos mínimo); o regulando mis procesos psicológicos y estados anímicos mediante un estudio particular del taoísmo aplicado a la reducción de los deseos para calmar la mente y las ficticias necesidades u objetivos que solo generan confusión, malestar, insatisfacción y frustración. Todo ello me ha llevado a seguir perdiendo algo de peso sin buscarlo.
Y el descubrimiento final: el difusor de esencias que estaba usando en nuestra habitación no es suficiente, por tanto necesitamos un humidificador potente que mi mujer compró ayer en Amazon para regular la sequedad extrema del piso donde vivimos de alquiler desde agosto y que me ha llevado a vivir todo lo que me está sucediendo con la respiración, a pesar de haber superado ya el procedo patológico anterior.



Comentarios
Publicar un comentario