Adiós a las hemorroides
Aunque tampoco ha sido nunca un problema grave, siempre he sufrido, cada cierto tiempo y durante breves periodos, de molestas hemorroides.
Las hemorroides son un tipo de varices o inflamaciones de las venas presentes en el recto y el ano.
Pueden ser internas o externas, dependiendo del lugar del conducto anal donde se encuentren. A su vez, las internas se clasifican en cuatro grados según el tipo de prolapso que presenten: en el primero no sobresalen, en el segundo sobresalen al defecar pero se reintroducen solas, en el tercero sobresalen pero deben reintroducirse manualmente y en el cuarto son irreductibles y están prolapsadas de manera permanente.
La característica principal de las hemorroides es el sangrado rectal, normalmente asociado a un esfuerzo al defecar.
En mi caso nunca he pasado del grado dos aunque por norma general he experimentado el grado uno, con sangrado rectal moderado.
La causa principal con diferencia es la falta de fibra dietética y los factores de riesgo son: el estreñimiento, la diarrea, el embarazo y el envejecimiento. En la prevención se considera que lo mejor es hacer ejercicio y bajar de peso si se sufre obesidad. El tratamiento suele ser local y de corrección tanto dietética como del estilo de vida, pero en algunos casos persistentes desde el segundo al cuarto grado pueden requerir cirugía (hemorroidectomía).
En mi caso los episodios temporales reducidos de hemorroides en grado uno que he sufrido han sido debidos principalmente a los atracones diarios de ultraprocesados durante más de un mes seguido (hasta dos y tres meses ininterrumpidos) con episodios alternados de estreñimiento (debido a las harinas blancas de cereales ultraprocesados, la fécula de patata o los quesos muy curados, de hecho recuerdo el estreñimiento más intenso y severo que he tenido en mi vida porque viví un atracón de queso viejo muy curado y el "tapón" rectal me costó tanto de sacar al defecar que casi me quedo en el sitio, mareado y sin aliento del esfuerzo) y diarrea (debido a los postres lácteos o cremas pasteleras y de cacao, así como nata montada en exceso, pero también a ciertos edulcorantes, destacando los polialcoholes).
Cada vez que he sufrido hemorroides han durado entre una y dos semanas a lo sumo antes de resolverse la inflamación por sí sola, volviendo a la normalidad. El sangrado rectal y los dolores han sido molestos, especialmente una desagradable sensación de tener el cuerpo destemplado o con fiebre, como si estuviera incubando un resfriado o una gripe. La verdad es que a pesar de ser un padecimiento local y sin mucha importancia, me ha quitado bastante calidad de vida, así que no me quiero ni imaginar lo que debe ser padecer hemorroides crónicas y persistentes de grado tres o cuatro que incluso requieran cirugía.
Tras el mes superado en "la línea", por descontado que no he vuelto a experimentar hemorroides. Si ese día me alimento dando más prioridad a las verduras, frutos secos y legumbres defeco más blando; si ese día, por el contrario, me alimento dando más prioridad a los cereales integrales con algunas verduras, frutos secos y alguna legumbre, entonces defeco un poco más duro. Fruta como siempre en cantidad, a veces al principio pero casi siempre al final de cada comida.
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