Mi trío de ases (tres frutas tropicales)

Tengo mi trío de ases para terminar una comida saludable.

Se trata de tres frutas tropicales deliciosas, aunque suelen estar más buenas y apetecibles o menos dependiendo de varios factores, como el nivel de madurez o la cosecha de la que provengan.

La primera es piña costarricense al natural, pero pelada, cortada en rodajas y envasada. Aparte de la comodidad para consumir lo más significativo de este formato es que podemos ver con claridad cómo estará esa piña. Si tiene un color amarillo muy claro, incluso blanquecino o con vetas blanquecinas, la piña estará poco dulce y muy ácida. Lo interesante es cuando la piña presenta un color amarillo intenso y oscuro. Significa que está madura, dulce, nada ácida y muy sabrosa.

La segunda es mango. Me encanta el mango como pocas frutas lo hacen, pero tiene un pequeño inconveniente: o sale muy bueno, jugoso y dulce o sale muy malo, fibroso y ácido. Es un tanto difícil saber distinguir la diferencia, pero será conveniente huir de cualquier mango muy verde, es decir, que esté excesivamente duro al tacto. Es más fácil acertar si el mango está blando o al menos no muy duro al tacto. La única apuesta casi segura es un tipo de mango norteamericano que todavía está más dulce y sabroso. Su mayor inconveniente es el elevado precio en relación con el mango convencional que podemos encontrar en España. En el color de la piel y el tamaño es fácil distinguir la diferencia: el mango convencional tiene la piel de color rojo y verde, siendo más grande. El mango norteamericano tiene la piel entre roja, amarilla y anaranjada, siendo más pequeño.

La tercera es papaya. Se trata de una deliciosa fruta tropical que también me encanta, pero es muy cara. El sabor es peculiar e incomparable con otra fruta conocida, al menos en España. El dulzor depende del color que tenga la pulpa, la madurez y la cosecha de la que provenga. Si la pulpa presenta un color naranja pálido no está dulce. Pero si presenta un color naranja rojizo intenso no solo está dulce si no muy sabrosa.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mi novedosa experiencia con un auténtico y genuino turrón blando de Jijona artesano

Imagen
El dulce navideño por definición en toda España es, sin duda, el turrón. También se consume en Italia, Portugal, Francia y Latinoamérica. Unas navidades españolas sin turrón no parecen ser unas verdaderas navidades, aunque no se trata del único dulce navideño ni mucho menos. Pero el turrón es algo muy especial, concreto y diferente, debido a la simplicidad de sus ingredientes que, a grandes rasgos, son dos. Se trata de una masa dulce cuya preparación requiere almendras tostadas, miel cocida y azúcar blanco añadido. Digo dos ingredientes (aunque técnicamente son tres en cantidad de peso) porque la miel y el azúcar son, en realidad, dos presentaciones diferentes de lo mismo: sacarosa. Es decir, azúcar simple. La verdadera diferencia no sería nutricional sino palatal: el sabor del azúcar en forma de miel (procesado por las abejas a nivel enzimático, a partir del jugo de las flores) es muy distinto al sabor del azúcar en forma de cristales blancos de sacarosa (procesado por los humanos a n...
Leer más

Las extravagancias de Diego Conesa y el SCDA en nombre de la salud

Imagen
Una de las extrañas ideas más populares aunque equívocas en el ámbito de la alimentación y la salud es que los alimentos pueden curar las enfermedades. Esa extraña idea puede ser bastante inofensiva cuando hablamos de patologías infecciosas estacionales, dolores leves y otras tantas molestias o achaques que, por norma general, se curan solos, hagamos lo que hagamos, o bien nos adaptamos a ellos y aprendemos a convivir juntos si no tienen solución pero nuestra vida e integridad no peligra.  El problema llega cuando hablamos de enfermedades graves, crónicas y degenerativas, que nos posicionan en un estado de intensa vulnerabilidad, pues, la verdad, nada es comparable en el mundo humano a perder la salud, pues solo la salud lo es todo (tanto a nivel físico como psíquico) para vivir una vida óptima y decente, con la "sentencia de muerte" pendiendo cual espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Y ahí, aprovechando una de las mayores vulnerabilidades humanas que afecta a cualquier...
Leer más

¿Adiós a las hemorroides? Espera, espera. No vayas tan rápido

Imagen
Una de las cosas más fascinantes, al mismo tiempo que desconcertantes, es la imprevisibilidad de la vida cotidiana. Por mucho que queramos y deseemos con toda la fuerza de nuestra voluntad, nunca podemos augurar, ni mucho menos saber, qué nos depararán los siempre imprevisibles acontecimientos venideros. Da igual el enfoque usado, la actitud aplicada o las creencias profesadas. De ahí la importancia que siempre tiene la prudencia. Nada me ha servido más en mi trayectoria vital que las filosofías asiáticas derivadas del pensamiento no dual, especialmente el taoísmo chino y el advaita hindú. En estas perspectivas vitales se habla de aceptar y fluir con los acontecimientos acaecidos, sin interponerse demasiado por en medio con la voluntad personal, que siempre quiere hacer y deshacer a su manera. Aunque solo se trata de una interpretación subjetiva sin más, tras haber probado ambas formas de proceder, sin duda me parecen más óptimos los resultados obtenidos con un modelo de pensamiento no...
Leer más