"Sobrasada" vegetariana casera (apta para veganos)
Uno de mis productos favoritos es un tipo de "sobrasada" vegetariana que se inventó mi mujer, excelente cocinera vegetariana y ovolactovegetariana. Siempre uso el término 'vegetariano' para referirme a todo alimento, producto comestible o dieta basada en alimentos y productos comestibles de origen vegetal (pues es lo que técnicamente significa a nivel conceptual). En el caso de llevar huevos y lácteos lo matizo: puede ser ovovegevegetariano, lactovegetariano u ovolactovegetariano. Evito el término 'vegano' porque tiene connotaciones ideológicas concretas que van mucho más allá de la simple alimentación e implican toda una filosofía de vida muy particular. En todo caso lo indico entre paréntesis o directamente si es un producto comestible específico centrado en dar una alternativa vegana a un alimento o producto de origen animal.
En el caso de la "sobrasada" vegetariana citada siempre me ha sorprendido, desde el primer día que se le ocurrió prepararla a mi mujer, debido a la sencillez tanto de los ingredientes usados como de la preparación. Esos ingredientes son básicamente dos principales y unos complementos secundarios.
Por una parte usaremos un paquete de anacardos crudos al natural.
Por otra parte usaremos un bote de tomates secos macerados en aceite de oliva.
Complementaremos con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Y para finalizar con los ingredientes, usaremos un surtido de especias que incluyan: orégano, pimienta negra, tomillo, un diente de ajo pelado y pimentón de la Vera dulce.
Lo primero será remojar los anacardos durante una hora aproximadamente.
Lo segundo será escurrirlos.
Lo tercero será meterlos en una trituradora.
Lo cuarto será agregar un diente de ajo pelado.
Lo quinto será agregar encima el bote entero de tomates secos con la maceración que llevan.
Lo sexto será agregar un poco de aceite de oliva virgen extra (dependiendo de la consistencia que deseemos: a mayor cantidad de aceite más blando saldrá el producto pero también más intenso de sabor).
Lo séptimo será añadir un poco de especias y mucho pimentón de la Vera.
Lo octavo será triturarlo todo hasta que se quede hecho una pasta.
Lo noveno y último será refrigerarlo unas horas antes de consumir.
Lo podemos consumir como más nos guste. La mejor idea a mi juicio, aunque no la única, es untarlo en el pan o en unas tostadas. Si bien la sobrasada de verdad es uno de los peores y más insaludables productos cárnicos ultraprocesados, con esta versión vegetariana obtenemos un producto comestible poco procesado y más saludable, aunque los tomates secos llevan mucha cantidad de sal (1,9 gramos, que se subirá a casi 4 gramos, al tener el bote 190 gramos).




















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